SALTA.- El arzobispo de Salta, Mario Cargnello, llamó a los cristianos a entregar a la sociedad "una actitud nueva" y pidió crear una cultura de la misericordia, al pronunciar su homilía en el marco de la procesión en honor al Señor y la Virgen del Milagro.
"Estamos llamados a comprometernos con el camino de la historia", dijo Cargnello y afirmó: "esta es la hora en que los cristianos debemos entregar a nuestra sociedad una actitud nueva, capaz de ofrecer a las generaciones jóvenes un proyecto de país fraterno y reconciliado".
El arzobispo habló al pie del monumento 20 de Febrero, en la capital provincial, antes de pronunciar la oración de Renovación del Pacto de Fe con los santos patronos de Salta.
El Bicentenario de la Patria "nos reclama actitudes capaces de transformar los vínculos entre los que habitamos esta tierra", por lo que es "necesario que cultivemos el respeto por el vecino, la capacidad de realizar bien el trabajo y la contribución honesta de los tributos", afirmó.
Luego instó a "la exigencia de la plena administración, la voluntad firme de no doblegarnos ante las dádivas partidarias, la capacidad crítica para advertir las malas promesas y para situarnos con libertad ante quien se ofrece para gobernar y ante nosotros mismos".
"Es urgente que los candidatos funden sus aspiraciones en la probidad moral demostrada a lo largo de sus vidas, en el valor de sus proyectos, en el compromiso con el bien común y no con propagandas vacías, tan cargadas de emotividad cuanto carentes de propuestas", remarcó el arzobispo.
En su homilía, de 16 minutos, citó cuatro hechos trascendentes: el bicentenario de la Batalla de Salta, la beatificación del padre Gabriel Brochero, la elección del Papa Francisco y el año de la fe.
La elección de Jorge Bergoglio como Papa "moviliza" a la iglesia "en nuestro país y en el continente. Francisco constituye una provocación que Dios dirige a todos para vencer cualquier temor de ponernos, sin careta alguna, delante de Cristo, que confía en cada uno de nosotros, para renovar el mundo", aseveró el arzobispo.
Celebrar las festividades del Milagro, apuntó, es comprometernos en crear una cultura de la misericordia frente a una creciente cultura de la exclusión.
"Es el camino que conduce a los pueblos a cumplir la justicia del bien común, la justa distribución de bienes, la tutela de la vida naciente y la del que experimenta que se apaga su vida", explicó.
"No podemos participar en la procesión del Milagro si después seguimos esclavizando a los hermanos que caminan con nosotros, si proponemos y aprobamos leyes que reducen al ser humano a un objeto, si seguimos acumulando dinero malhabido, si seguimos siendo personas violentas en el hogar", advirtió.
Tampoco sirve peregrinar, dijo, "si nos desinteresamos de nuestra responsabilidad como padres, profesionales, empresarios, trabajadadores, si negamos la dignidad al hombre, si nos desinteresamos del hermano esclavo del alcohol, de la droga y de los vicios".
El arzobispo de Salta agradeció finalmente a los jóvenes "por responder a la llamada del Papa a ser protagonistas" y les pidió ayuda para "renovar la esperanza", tras lo que los instó a que "no le nieguen al presente todo lo que pueden y lo que son". (Télam)